Sopa de Mejillones al Azafrán/Una Receta de 10 para Navidad

Tiene ese je ne sais quoi

Tan sofisticada y chic

Cuando aparece todos la miran

Sonríe fuerte, pisando el ruido

como si no pasara nada

pasea a el viento

Soberbia y afable

Al más puro estilo francés.

Coral Soro

Introducción:

Directamente de lo más profundo y clásico de la cocina francesa os presento a la increíblemente buena "Sopa de Mejillones al Azafrán", una opción mucho más que buena para presentar en nuestras mesas de celebraciones, navidades y demás fiestas de guardar. No te la puedes perder

Ya que por fin ha llegado el frío a nuestro país, que de nuevo hemos tenido que sacar la manga larga, el paraguas, los gorros y también hemos comenzado a sacar las cucharas a paseo y, como no, volvemos a traer a nuestras mesas las cremas, sopas y pucheros, los guisos, caldos y demás reconstituyentes que alegran el alma y calman el espíritu además de satisfacernos el paladar por lo delicado de sus aromas y sabores. Con esta "Sopa de Mejillones al Azafrán" te garantizo cuando menos que durante unos minutos te olvidarás de penas y disfrutaras como un niño pequeño.
El Azafrán son esas pequeñas hebras, los pistilos de las flores del Azafrán, delicadas tiras arrancadas por manos expertas, llenas ya de cicatrices, arrugas y durezas, una tarea ardua que ya poca gente quiere hacer y, es que, el mundo se pierde entre aromas artificiales, colorantes de colores imposibles y especias obtenidas a través de procesos químicos cual cocaína culinaria. Yo prefiero no venderme a la industria y seguir fiel al camino de la tierra, de la naturaleza y de la sostenibilidad. ¿En que camino te sitúas tu?

Ponemos en una olla ya limpios los mejillones con un dedo de agua y el limón cortado en cuartos, lo llevamos a ebullición y lo dejamos un par de minutos hasta que se comiencen a abrir, en ese momento lo retiramos del fuego, los colamos (reservando el caldo de la cocción) y dejamos que se atemperen antes de comenzar a separar la carne de las conchas. Reservamos los mejillones en frío.
En una olla ponemos la mantequilla a fuego medio hasta que se haya fundido del todo, en este momento añadiremos el puerro bien picadito y limpio y dejaremos que se poche hasta que se quede bien blando durante unos 10 minutos.
El azafrán lo diluiremos en agua caliente (los 2 vasos que tendremos que añadir después a la sopa)
Cuando tengamos el puerro bien pochado pero sin que haya tomado color añadiremos el vino blanco y dejaremos que se reduzca a la mitad a fuego moderado para que vaya dejando su aroma impregnado, después añadiremos las 3/4 partes de los mejillones (dejándonos algunos para decorar) y pondremos el caldo de cocer los mejillones, el agua con el azafrán diluido y la nata liquida, dejamos cocer todo el conjunto unos 10 minutos a fuego moderado, salpimentamos al gusto. Trituramos, colamos y llevamos de nuevo a ebullición rectificando de sabor.
A la hora de servir guarnecemos las sopas con los mejillones que nos habíamos reservado y decoramos con cebollino fresco recién picado.

Por su sencillez y delicadeza de sus ingrediente no aconsejo prepararla con anterioridad ni dejarla más de 24 horas una vez hecha.
Se puede sustituir la nata por leche evaporada y la mantequilla por aceite de oliva ( no es lo mismo) pero queda buena.
Siguiendo esta misma receta se podrían sustituir los mejillones por almejas, ostras, gambas, cangrejos,etc...
Recomiendo sólo usar mejillones frescos que ahora en otoño están de temporada y salen muy buenos.

¿Cual es tu sopa favorita? Puedes dejar tu respuesta en los comentarios más abajo.